Vino amargo es el que bebo
por culpa de una mujer…
Porque dentro de mà llevo
la amargura de un querer.
Palabras que lleva el viento
como la espuma del rÃo,
pero queda el sentimiento
cuando mucho se ha querÃo…
Vino amargo,
que no da alegrÃa.
Aunque me emborrache
no puedo olvidar,
porque la recuerdo,
dadme vino amargo,
que amargue,
que amargue…
pa quererla más.
Ni con vino ni guitarra
yo alegre me he de poner.
Y aunque yo me meta en farra
entre sueños la he de ver.
Quiere reir la guitarra,
pero a mà a llanto me suena…
Cada nota me desgarra
el alma, como una pena.
En nuestro cuarto tibio y rosa
todo está igual, como otra vez;
en cada adorno, en cada cosa,
te sigo viendo como ayer…
Tu foto sobre la mesita
es credencial de nuestro amor,
y aquella hortensia, ya marchita,
que fue el canto de mi dolor…
Grabado por Floreal RuÃz con la orquesta de AnÃbal Carmelo Troilo (Pichuco) en julio de 1947.
La gente es mala y comenta,
cómo, no estando a mi lado,
yo te puedo querer tanto
y a tus encantos
vivo amarrado.
La gente es siempre igual…
No piensa que hace mal
y vuelca indiferente
la palabra más hiriente
sobre el tierno pensamiento
en el momento
que más se muere de amor.
Y dicen que no te quiero
porque no me ven contigo…
Si supieran que en el alma tenemos
nuestros sueños aferrados…
Si supieran que los dos nos queremos
aunque estemos separados…
¡Cuántos hay que estando juntos no se aman
y no saben de este amor que hay dentro mÃo!…
¡Y dicen que no te quiero
porque no me ven contigo!…
Este pasillo Ecuatoriano es del mismo compositor que hizo la musica
del querido “Guayaquil de mis Amores”. “Invernal” esta considerado
entre las joyas del folklore Ecuatoriano.
Ingenuamente pones
en tu balcon florido
la nota mas romantica
de esta tarde de lluvia.
Voy a hilar mi nostalgia
de sol que se ha dormido
en la seda fragante
de tu melena rubia.
Hay un libro de versos
en tus manos de luna,
en el libro un poema
que se deshoja en rosas.
Tienes la vista al cielo
y en tus ojos hay una
devocion infinita,
para mirar las cosas.
Tiembla en tus labios rojos
la emocion de un poema…
yo cual viejo neurotico
seguire con mi tema.
En esta tarde enferma
de cansancio y de lluvia,
y siempre… cuando mueran
crepusculos de olvido.
hilare en mi nostalgia
el sol que se ha dormido,
en la seda fragante
de tu melena rubia.
Nunca crei que la veria
en un “requiescat in pache”
tan cruel como el de hoy
mire, si no es pa’ suicidarse
que por este cachivache
sea lo que soy…
Fiera venganza la del tiempo
que le hace ver deshecho
lo que uno amó…
y este encuentro me ha hecho tanto mal,
que si lo pienso mas,
termino envenenao.
Esta noche me emborracho bien,
me mamo bien mamao!….
pa’ no pensar.
Yo nunca tuve fortuna,
ni siquiera esperanzas,
y fui cargando esta vida,
tan solo para durar,
cuando los puntos de arriba,
me la mandaron cambiada,
talves por falta de agallas,
!si!, de agallas,
nunca exigi la verdad.
Sin embargo, como tantos,
tambien intente ser alguien,
pero la duda de siempre,
me aconsejo no innovar,
y fui como el laburante,
que aunque capaz de un futuro,
por no arriesgar lo seguro,
no se tiro a ganar mas.
BIS
!Y me hice viejo!,
para enfrentarme al espejo,
con la imagen de uno mas,
que esta jugado,
sin ilusion ni esperanza,
porque el tiempo no le alcanza,
para volver a empezar.
y solo quiero,
acaso como un consuelo,
ya que me tengo que ir,
hacer un alto en el viaje,
hasta que quede aclarado,
si yo naci castigado,
o nunca supe vivir.
Desatando los recuerdos del ayer,
en la triste realidad de mi vivir,
escuché tu voz distante y mi querer
sollozó en la sombra larga de tu olvido.
Bajo el soplo agonizante de la tarde
caen las hojas del otoño junto a mí.
Estoy solo en mi dolor y tengo miedo
de esta ausencia que me aleja más de ti.
En tus locos afanes de vuelo
te has quebrado las alas, mariposa.
Y en la pobre orfandad de tus anhelos,
pretendiste ocultar tu gran derrota.
Mariposa sin alas sólo eres
una sombra perdida en el espacio.
Yo quisiera borrar tu desventura
en la humilde tibieza de mis brazos.
Me estoy dando cuenta que estás del tomate,
chiflado del mate, un loco de atar…
No se qué querés, que los nervios te maten
calmate un momento, apagá el celular.
Pedile al mozaico galaico un cortado,
sentate a mi lado, quedate a charlar…
Bajá la pelota, ponela en el piso,
no seas marmota, te vas a infartar….
¿Adónde vas?, ¿No ves que llueve todavía?
Y afuera es todo fulería y confusión…
¿No ves que Dios está escabiado en un andamio
y el diablo tiene ganas de pegarle un empujón?
¿Adónde vas?, quedate un rato todavía
que entre gomías vas a estar mucho mejor…
Acá en el bar perdura siempre la alegría
de las horas que no apuran la locura del reloj….
¡Dejá de joder no me hablés de la guita!
Que el cuore palpita broncando demás.
Hablame de amores o de otros dolores,
la guita es un yiro que viene y que va…
Aflojate el saco, tomate el cortado
que está casi helado de tanto esperar…
No se que querés enchufado a “dos veinte”,
que el bobo reviente y te diga ¡”arrevuá”!
¿Adónde vas?, ¿no ves que llueve todavía?
¿Quién te llenó de fantasías el melón…?
Con ese cuento de correr detrás del vento
nos afanan la alegría, nos enchufan un buzón…
¿Adónde vas? quedate un rato todavía
que entre gomías vas a estar mucho mejor.
¡No ves que el mundo es una feria de miserias
y en el charco de esa histeria vas a hundir tu corazón!