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Tango

Y el último beso

Tango Letras

Música: Erma Suárez
Letra: Reinaldo Yiso

Garra que desgarra es este amor,
sueño sin final el de los dos.
Duele, duele tanto tu partida,
cruel castigo de la vida, es este adiós.

El último beso, te suplico mi vida,
traspásame el alma, con tu beso querida.
Un beso de fuego que me queme los labios,
un beso que nunca, nunca pueda olvidarlo,
que viva en mi sangre, más allá de tu adiós.
El último beso, te suplico mi vida,
después, como nunca, abrázame fuerte
y adiós corazón.

Vuelvo a preguntar, una vez más,
quién mató este sueño de los dos.
Lloras, yo también estoy llorando,
amor, llego el momento, del adiós.
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Y a pesar de todo

Tango Letras

Música: José Libertella
Letra: Reinaldo Yiso

Por mí bebiste un día la copa del martirio
y transformé en infierno tu vida que era un sol,
si habrás llorado tanto, febril en tu delirio,
por esa angustia enorme que di a tu corazón...
Y todavía vuelves, me besas y perdonas,
sin recordarme nada, lo malo que yo fui.
Y aún quieres salvarme, estás aquí a mi lado,
y estás sufriendo mucho porque me ves así...

Como un puñal debiera herirme
tu voz, clavarse aquí en mi pecho,
gritarme el daño que te di
cruel y brutal sin merecerlo...
Hoy, que me voy ya para siempre,
tengo tus manos en las mías;
nada me importa de la muerte
si mi gloria fue tenerte
con tu perdón en mi adiós...

Rompí todos tus sueños y destrocé tu vida
y te cubrí con sombras eternas de dolor,
hice pedazos todas tus ansias más queridas
y te llené de heridas en nombre del amor...
Y todavía vuelves, me besas, me acaricias,
en esta hora amarga que me siento morir,
aún quieres salvarme, estás aquí a mi lado
y estás llorando mucho porque me ves partir.
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Tango

Un cariño

Tango Letras

Música: Francisco Rotundo
Letra: Reinaldo Yiso

¿Qué fuerza me arrastra, camino a tus brazos?
¿Qué fuego me incendia, con loca pasión?
¿Qué tienen tus ojos, qué tienen tus labios,
que si no los besos me muero de amor?

Qué cosas más raras que tiene la vida,
pudiendo salvarme, prefiero sufrir,
y culpo al destino y es todo mentira,
sin esas caricias no puedo vivir.

¡Qué importa!
Sufrir muchas veces,
con tal que me beses,
qué importa sufrir.
¡Qué importa!
Sintiendo tu boca
muy junto a mi boca,
me siento feliz.
¡Te quiero!
Así tiernamente,
así dulcemente,
teniendo tus besos
¡Qué importa morir!

Yo vivo este drama de estar siempre triste,
la culpa de todo la tiene tu amor.
Por cada segundo de amor que me diste,
yo llevo mil horas de angustia y dolor.

Mi pobre conciencia se empeña en gritarme,
que olvide tus besos, tus ojos, tu voz.
Yo sé que no puedo, te llevo en mi sangre,
prendida en las ansias, de mi corazón.
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Tango

Palabras amargas

Tango Letras

Música: Enrique Alessio
Letra: Reinaldo Yiso

Una espina que lastima, justo en medio de la herida.
Latigazo en pleno rostro que hace un surco de dolor.
Eso fueron tus palabras, tus palabras tan amargas,
que hasta el alma me llegaron a romper mi corazón.
Me has herido y me han dolido tus palabras sin sentido,
no merezco tu desprecio, tanta infamia, tanto mal.
Mi pecado más terribles fue adorarte y no faltarte,
darme entero, sin medida, por amor y nada más...

Tus palabras...
más filosas que una daga
en mi pecho están clavadas
y me duelen más y más.
Tus palabras...
me condenan al cilicio
de vivir en un suplicio
siempre eterno por tu amor.
Tus palabras...
esa noche demostraron
que en tu pecho se olvidaron
de ponerte un corazón.

Yo quisiera rebelarme de tus carnes de azucena,
pero inútil, es más fuerte y no te olvida el corazón.
Si en tus labios, labios rojos, y en el fondo de tus ojos
he leído la novela más ardiente del amor...
Me han golpeado tus palabras y tan honda es esta herida,
que mi vida se desangra por la cruz de tu impiedad.
Aún te llamo enloquecido y a tu boca que lastima
yo daría hasta la vida por besarla una vez más.
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Milonga

La porteñita

Tango Letras

Música: Leo Lipesker
Letra: Reinaldo Yiso

La porteñita te llamaban los muchachos,
porque eras todo cuerpo y alma para el tango,
con tu pollera, tu blusita de percal,
eras un poco de arrabal, en los salones milongueando.
Cuando los roncos bandoneones te envolvían,
como una llama la milonga te encendía,
por tu canyengue, tu cadencia y tu compás,
formaban rueda en el salón, para mirarte milonguear.

Al revolear tu florido percal,
mariposita de luz de arrabal,
quién no quedó suspirando,
siguiendo tus vueltas, soñando, soñando.
Si habrás oído palabras de amor,
milonguerita de barrio,
pero tu amor era el tango,
y el tango vivía en tu corazón.

Fuiste famosa de Palermo hasta Corrales,
fuiste la reina de los bailes de arrabales,
rallaba el piso tu taquito compadrón,
marcando un ocho en el salón,
entre el vaivén de tus percales.
Naciste para el tango y el tango fue tu vida,
en mi recuerdo mi nostalgia no te olvida,
esta milonga, compadrita, es para vos,
que te regala mi emoción, como una flor del corazón.
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letras de tango

El sueño del pibe

El sueño del pibe

*Tango de 1945, letra de Reinaldo Yiso y Música de Juan Puey

Golpearon la puerta de la humilde casa,
la voz del cartero muy clara se oyó,
y el pibe corriendo con todas sus ansias
al perrito blanco sin querer pisó.

“Mamita, mamita” se acercó gritando;
la madre extrañada dejo el piletón
y el pibe le dijo riendo y llorando:
“El club me ha mandado hoy la citación.”

Mamita querida,
ganaré dinero,
seré un Baldonedo,
un Martino, un Boyé*;
dicen los muchachos
de Oeste Argentino
que tengo más tiro
que el gran Bernabé.
Vas a ver que lindo
cuando allá en la cancha
mis goles aplaudan;
seré un triunfador.
Jugaré en la quinta
después en primera,
yo sé que me espera
la consagración

Dormía el muchacho y tuvo esa noche
el sueño más lindo que pudo tener;
El estadio lleno, glorioso domingo
por fin en primera lo iban a ver.

Faltando un minuto están cero a cero;
tomó la pelota, sereno en su acción,
gambeteando a todos se enfrentó al arquero
y con fuerte tiro quebró el marcador.

La canción fue inmortalizada por el ex futbolista y ex entrenador Diego Armando Maradona, quien en la década del 90 cantó los primeros párrafos con la variación en las tercera y cuarta estrofa que cambió por “seré un Maradona, un Kempes y un Olguín”, en reemplazo de “seré un Baldonedo, un Martino, un Boyé”.